¡Feliz 2010!
En realidad faltan unas 3 semanas para mi cumpleaños bonaerense, pero ahora tengo ganas de escribir. 2009 fue un año muy interesante, en el que pude conocer Argentina, instalarme, y participar de muchísimas cosas. Un año de esfuerzo, que dejó hermosos frutos pese a haber sido mutilado con el show de la gripe porcina.
Hice muuuchos amigos, entablé importantes relaciones profesionales, ¡tuve muchos alumnos de canto! y también mis primeras experiencias tras bambalinas y hasta integré un coro que ganó premios.
He fortalecido lazos de cerca y de lejos, con mi familia, con colegas, con compañeros de clase.
He aprendido a que además de saber recibir los dones que a uno le tocan, también hay que dejar partir aquello que cumplió su ciclo.
A sopesar lo que puedo hacer, cómo, dónde, con quién y cuándo. No siempre confluyen las circunstancias propicias, y hay que estar atento a no entusiasmarse demasiado con lo que no lo merece.
A reconocer que entre tanta puerta abierta, algunas no llevan a ninguna parte.
A saber que la luz es para quien sabe y quiere percibirla.
He aprendido mucho de mis capacidades como cantante, y también de mis limitaciones.
He aprendido mucho de mis capacidades como profesor de canto.
También aprendí a hornear queques (budines dicen aquí), hoy hice uno de harina integral con polen y trozos de chocolate.
Buenos Aires es una ciudad frenética, y es difícil mantener el ritmo y mantenerse cuerdo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario