El Efecto de la Música

  • Incidencia del estudio musical en diversas áreas del desarrollo infantil, investigación por G. Huároc, L. Huincamán, D. Jimeno, A. Soto y P. Torrealba.
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sábado, noviembre 15, 2008

La súplica de Pylades


Aquí va "Ah mon ami", aria de Pylades de la ópera Iphigénie en Tauride del compositor austríaco Christoph W. Gluck. Grabado en las mismas condiciones que el anterior.
Para ubicarnos un poco (porque la ópera completa es enredadasa): Orestes y Pylades son amigos de toda la vida, y han caído prisioneros. En esta escena la sacerdotisa Ifigenia, drogadasa ella, anuncia que los dioses le han ordenado sacrificar a uno de los prisioneros y liberar al otro. Escoge matar a Orestes y liberar a Pylades, ante lo cual Orestes se arrebata y hace de todo para convencer a Ifigenia de cambiar su decisión. Pylades entonces le dice que no, que lo deje morir a él.


Ah! mon ami, j'implore ta pitié;
Oreste, hélas! peut-il me méconnaître?
Qu'il s'attendrisse aux pleurs de l'amitié!
Ton cœur au mien n'est pas fermé peut-être.
Cet ami qui te fut si cher, Pylade est à tes pieds,
il conjure, il te presse;
A tes fureurs laisse-moi t'arracher,
Souscris au choix dicté par la prêtresse.


Ah! mi amigo, imploro tu piedad,
Orestes, ¡maldición! (¿será posible que me desprecie?
¡que se enternezca con las lágrimas de la amistad!),
tu corazón quizás no está cerrado al mío.
Este amigo que te fue tan querido, Pylades, está a tus pies.
Él conjura, te urge,
déjame arrancarte de tus iras,
sujetos a la elección dictada por la sacerdotisa.

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