El Efecto de la Música

  • Incidencia del estudio musical en diversas áreas del desarrollo infantil, investigación por G. Huároc, L. Huincamán, D. Jimeno, A. Soto y P. Torrealba.
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domingo, septiembre 14, 2008

Primavera 2008

La primavera se ha ido desatando en Santiago desde hace unas tres semanas, lo primero que se sintió fue como siempre el maldito polen (que por suerte a mí no me afecta casi), las noches ya no han sido tan quebrantahuesos, incluso las tres últimas noches pude caminar un poco pasadas las 22h, y el calor durante el día ha ido aumentando, sobretodo hoy.
Con la primavera también ocurren fenómenos en mi humanidad: ando de mejor humor, las vías respiratorias y la piel se me resecan menos, la voz está más linda que nunca, y la feromona deja sentir su efecto en el día a día, lo que se agradece en verdad, pues quienes vivimos de sonrisas resultamos seriamente damnificados cuando todo el mundo anda con cara de poto, se nos bloquean los superpoderes.
Y es que con noches menos frías la gente sale más, se divierte más, se desabriga más, y como las fiestas patrias chilenas coinciden por estos días, la gente cambia totalmente de ánimo, una cosa mágica. Algunos dirán que ahora el metro será aún más pestilente, pero como siempre digo, el smog que respiramos ya es bastante veneno, así que lo demás no hace tanta diferencia.
Y esta primavera, a pesar de las decenas de canas que me han salido últimamente, me está trayendo buenas vibras, buenos fines de semana de descanso sin reposo, nuevas ganas de adelgazar (por fin), nueva música para estudiar (y mucha), nuevos niveles de dificultad canora, nuevas perspectivas, renovadas ambiciones (hablemos claro), y mayores lazos profesionales.
Lo de las canas siempre me ha parecido un distintivo muy sexy, y lo tomo además como una señal de madurez... lo que para nada significa que haya perdido la capacidad de hacer travesuras.
Por el lado docente, he de declarar que siento mucha fe en que caerá un meteorito jejeje, digo un halo de complicidad entre mis alumnos y yo, que me parece es lo más necesario para llegar a algún lado con los 90 minutos que los veo a la semana, energía creativa para convertir el plan ministerial en algo divertido y útil.

3 comentarios:

Dragón del 96 dijo...

A mi me sucede todo lo contrario, me siento mejor cuando el frio está en su máximo apogeo. No me digas que no extrañas el cielo panza de burro de Lima?

Slaudos.

Dragón del 96 dijo...

A propo, sé que sonará redudndante, pero ese paper de la musica en el desarrollo infantil es una investigación tuya? Tengo una amiga que hizo su tesis en musicoterapia, pero no sé si la termino. Igual, le avisaré.

Slau2.

Gabriel dijo...

Odio el gris, aunque me encanta la garúa. Lima la aguanto por menos de 48 horas, y de preferencia dentro de casas de familiares. La investigación la hicimos entre cinco.

En gringolandia no soy tan nerd