El Efecto de la Música

  • Incidencia del estudio musical en diversas áreas del desarrollo infantil, investigación por G. Huároc, L. Huincamán, D. Jimeno, A. Soto y P. Torrealba.
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jueves, febrero 07, 2008

Semaine de Haute-Contre

(Este post debió publicarse hace una semana, pero con tanto quehacer el texto pasó de un pendrive a otro, y en fin.)
Ya he mencionado a Rodrigo Del Pozo en este blog. Lo considero uno de los cantantes más interesantes que conozco, tuve la ocasión de tomar unas pocas clases con él (tal vez lo repita) y además recibir de su parte algunas sinceras sugerencias personales en un momento de total desorientación. Muy a mi pesar, sólo he podido escucharlo en vivo en pocas ocasiones: un par de veces de cerca en ensayos, y unas cuatro veces más en concierto, dos de ellas estando yo en el coro.
Rodrigo es un tenor ligero con mucha facilidad en los agudos, con poco volumen y con agilidades. Una voz así queda perfecta para cantar por ejemplo Rossini en un teatro chico como La Scala. Una voz así también encaja perfectamente en el repertorio de haute-contre, que es el nombre que se usaba en Francia, en los siglos XVI-XVII, para designar al tenor agudo.

La distinción del haute-contre -o tenore altino en italiano- tiene dos razones lógicas: primero para diferenciarlo del taille o tenor normal, que en esa época cantaba desde un do grave hasta un fa agudo, mientras que el haute-contre cantaba desde un mi grave hasta un si agudo sin arrugarse y sin aumentar la intensidad (osea sin subir el volumen) y sin pasar a falsete tampoco (o sin que se note, en caso de emergencia). La segunda distinción es para contrastarlo con la voz de alto, fuera hombre o mujer, que cantaba desde un sol grave (para ellos) hasta un mi agudo. Ojo que las notas son un aproximado.

En el período barroco las nomenclaturas y clasificaciones no estaban tan rígidamente establecidas, y tampoco la afinación, por lo que siempre se debe tomar algunas decisiones sobre instrumentos y tonalidades. Hay obras de los siglos XVI-XVII que indican un determinado tipo de voz, pero que por registro serían cantadas con más comodidad por otro. Hay obras que a un tenor promedio le quedan demasiado agudas y a una contralto promedio le quedan demasiado graves, y en ese caso se hace necesario conseguir una voz intermedia. Otros aspectos a tomar en cuenta son el tamaño de la sala, el tamaño de la orquesta, y el gusto del director. Por ello, hay roles de Händel para tenor que me quedan graves (aunque le pongo empeño) y hay obras de Monteverdi en las que la parte de alto me quedan pintadas.

Luego de esta explicación organológica, lo que quería contar es que toda la semana pasada tuve ocasión de escuchar grabaciones de Rodrigo. El programa Música Arcana de Radio Beethoven, conducido por Octavio Hasbún y Oscar Ohlsen, emitió hace un tiempo una entrevista a Rodrigo dividida en varios programas, que obviamente alterna obras de muestra. Y esta semana han repitieron esa serie a eso de la 1h30, lo que me ha dado ocasión de gozar de total silencio para estar atento a todos los detalles. El primer día pusieron algunos motetes de Campra, que ya estoy aprendiendo a identificar por estilo, y el viernes logré escuchar por segunda vez la arrolladora Ach, daß ich Wassers g'nug hätte de Johann Christoph Bach (Se pronuncia jjristrof), tío de super Johann Sebastian. Esa obra es parte del disco Sacred songs of sorrow grabada por el ensamble Charivari Agreable, y que es tan dramática que no necesitas entender alemán para conmoverte hasta los huesos. Se puede escuchar un poquito aquí y comprar los mp3 aquí.

Y bueno, yo he estado tratando de probar algunas obras de haute-contre, ya me pude el Insere Domine de Campra (aunque de oreja nomás), estoy estudiando un motete de Charpentier, y en ópera ya he cantado buena parte del temido Orphée de Gluck (Orfeo y Euridice, versión de 1774, y que nuestro Juan Diego cantará en mayo) que me queda bastante bien... a ver... ya tengo domesticados 4 de los 5 solos, los dos dúos y los dos tríos... eso hace un 88% del rol jejej. Lo que me falta es el aria final y más famosa, J'ai perdu mon Euridice, que es bastante simple y es igual de aguda que el resto de las escenas, pero al final tiene un motivito repetido muy cansador, que me deja con poca energía para hacer un final glorioso... por ahora. Y por supuesto, si me consigo el Ach, daß ich Wassers g'nug hätte de hecho que me lo estudio... trännen, trännen, träääännennn.

2 comentarios:

Mi Chebas dijo...

mi no entender

Dragón del 96 dijo...

Y en español como se come esto?

Slaudos.

En gringolandia no soy tan nerd