El Efecto de la Música

  • Incidencia del estudio musical en diversas áreas del desarrollo infantil, investigación por G. Huároc, L. Huincamán, D. Jimeno, A. Soto y P. Torrealba.
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martes, mayo 20, 2008

Domingo de niños

Disclaimer: Post aprobado por los padres de los menores involucrados.
El sábado tuve ocasión de "babysitear" a los hijos de Pablo (4 y 5), pues ambos padres tenían cursos de día largo. En realidad Gaby me había pedido encargarme del turno tarde, porque en la mañana estaba el hermano de Pablo, pero como tenía el cumple de Flo negocié con Daniel el cambio de horario.
La verdad cuidar a estos chicos es tarea sencilla, porque son chicos muy autosuficientes, y si hay alguna decisión de última hora, ellos mismos se encargan de aclarar sus preferencias y hasta lo que sus papás hubieran decidido, son geniales. Si se pelean, basta recordarles que tienen que ponerse de acuerdo conversando ¡y lo hacen!... y si la cosa es muy extrema, porque tienen sus días, basta ubicarlos en habitaciones u ocupaciones distintas y se calman y al rato están de nuevo ultracómplices. Al menos eso puedo comentar desde mi perspectiva de vecino.
Bueno, con todo ese día andaban bastante más quietos de los normal, supongo que por lo frío de esa mañana, así que se vieron algunos videos, y ya por el tercero Ariel se puso a transformar una caja en auto de carreras, pintando y pegando los elementos necesarios. Dieron las 11h30 y les di manzana en trozos, y para cuando Ariel pidió más ya estaban los dos enchulando el "auto".
Gaby me había dicho que generalmente les da hambre a las 12h30, pero a las 12h00 Maite anunció que tenía hambre pero que no quería más manzana. Me sonó la sirena de bomberos y corrí a preparar algo. Les hice salmón al sillao (salsa de soya dicen aquí) apenas cocido, con brócoli también apenas al vapor, cuscus instantáneo que había y un huevo duro al lado para que no quedara proteína sin ingerir.
Luego tomamos infusiones, y enrrumbamos a la biblioteca. Ahí lo único estresante fue cruzar las seis o siete calles de distancia, pero saben mirar y esperar. En el camino como siempre recogieron ramas, hojas, semillas, que guardé en un casillero para la salida, y ya en la sala infantil era dejarlos ser.
Maite estuvo hojeando cuentos, Ariel se puso a construir un circuito de saltos y luego una casa en el rincón de juegos. Lo único que tuve que hacer fue recordarle a él que debía dejar algunas cosas para los demás y que mirara al desplazarse para no golpear a nadie.
El arquitecto no andaba con muchas ganas de compartir con los niños que intentaban colarse, pero cuando una más pequeñita que él le preguntó muy suavecito ¿puedo entrar en tu casa? sonrió de oreja a oreja y comenzaron a jugar en grupo... lo que no duró porque vino una funcionaria a anunciar que había lectura de cuento en otro rincón y los peques volaron a ganar sitio. En ese momento llegó Daniel a tomar la posta, y fui a alistarme para la fiestita de Flo.
Del cumpleaños ya comenté algo en el post anterior, en realidad hago un resumen: Estuvieron las otras dos brujitas contemporáneas de Florencia e hijas de l@s mejores amig@s de los prim@s, y algun@s amig@s y niñ@s más. Estuvo la suegra de mi primo, súper amorosa ella. Hubo unas empanaditas integrales rellenas de queso con aceituna que fueron el éxito total. También pisco sour a la peruana y un coctelito de algarrobina deliciosos. El ambiente era una mezcla de conversación de hospital y guardería, porque la mayoría de los presentes eran médicos o similares. De regalo llevé un disco con el Carnaval de los Animales de Saint-Saens y una selección de música barroca americana -sobretodo peruana- bastante bailable, lo que me valió algunos minutos de protagonismo con el tema musical y educativo. Pero donde más me divertí fue en el nivel piso, con las disímiles personalidades de cada uno de los peques presentes. El final de la reunión tuvo su momento ultradoméstico, con el mejor amigo enseñándole a mi primo cómo usar unas funciones del nuevo tv lcd y las diferencias de los nuevos sistemas de tvcable digital, y las mamás de las uno-añeras preocupadas por la elección de colegio. Lo de la instrucción musical parece que es tema urgente, ya en la reunión del día de la madre me habían dicho que quieren que Flo aprenda violín, les he recomendado la Escuela de Música Suzuki que dirige una amiga y que tiene estimulación temprana, además de que conozco el nivel de experiencia y logro que tiene, y me parece genial porque estos niños que son hijos de peruanos, y encima norteños, obvio que tienen el tondero en la sangre.

1 comentario:

Patricia dijo...

Parecen unos nin~os bien educados. Aun asi una chambaza cuidar ninos!
Y que rico lo que cocinaste! (y bien nutritivo)

En gringolandia no soy tan nerd