El Efecto de la Música

  • Incidencia del estudio musical en diversas áreas del desarrollo infantil, investigación por G. Huároc, L. Huincamán, D. Jimeno, A. Soto y P. Torrealba.
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martes, octubre 09, 2007

¡Cante! (jupich)

Hoy tuve clase de canto... y comenzamos la tortura firme para el concursín. Con el profe tuve un momento tenso, osea... le conté ayer (º;º): y casi me agarra a patadas.

Le expliqué que la idea original era ir a Trujillo a cambiar de aire, algo muy necesario para quien vive en Santiasco, y claro, echarle una oreja a "la competencia", y total siempre es una buena experiencia juntarse con esos marcianos llamados cantantes como yo. Osea, no sería la primera ni última que alguien se inscribe a un concurso no tanto para concursar sino para escuchar a otros cantantes. Además es en Trujillo la bella, donde he pasado algunas temporadas y tengo familiares y amigos, y este año es en noviembre, no como antes que era en julio y llegando a Lima ya estaban todos con alergia (¿o sería algo estratégico?).

Y le expliqué que el concurso ha sido una buena presión para no aflojar el avance, a lo que asintió, y que con el transcurso de los meses la idea de realmente cantar se ha ido haciendo cada vez menos descabellada, claro que de eso él es totalmente imputable, y poco a poco esa idea se convirtió en un anhelo de pasar por los menos a la segunda ronda, y en las últimas semanas una ligera ambición de llegar a la final. Y le recordé que él siempre dice que uno debe ser muy autosuficiente y muy independiente como cantante, y sobretodo responsable de las decisiones que toma, y ahí sí me dio la razón un poquito.

Después de un par de frases bastante agrias >:^@, me dijo que en fin, habría que escoger un repertorio que me quedara bien. Y ahí sí que no supe dónde meterme, porque el repertorio es lo mínimo que le tendría que haber consultado y ya lo inscribí hace tiempo, no ves que había fecha límite. Y todo seriote preguntó qué iba a cantar, y ante lo inevitable me dijo (resumiendo) que tengo que prepararlo bien, y que en fin no me iba a ir tan mal. En mi defensa debo decir que todo lo que inscribí lo hemos ido estudiando en clase, claro que intercalado con otras cosas para no levantar sospechas, y que todas son cosas que realmente puedo abordar en este momento. Yo sé que a él le hubiera gustado que cante algo de Donizetti, y a mí también, el Cercheró lontana terra o si no Fra poco a me ricoverò, pero una cosa es soñar despierto y otra muy distinta cagar fuera del wc.

Y hoy tuvimos clase con látigo (jupich). Venía prevenido, así que me tomé un antigripal de ésos con harta cafeína para desaparecer los estragos de la mañana en el colegio. De las 9 obras que llevo, vimos 5 pero a más no poder, lo cual se agradece porque como dice el maestro "vos no vas a hacer un papelón, ni sho tampoco" (es uruguasho). Y realmente estaba inspirado porque me sacó la mugre, creo que hoy mi voz ganó un 25% más de volumen, recuperé del todo las agilidades, además de corregir huevaditas exasperantemente imperceptibles.

Al final de la clase la pregunta era cuántos do agudos le meto al Ah come il cor. Y el maestro quedó recontento, ahora me dijo que cree que me va a ir bien, y que hay que ir pensando dónde le mando ubicar el monumento.

2 comentarios:

Dragón del 96 dijo...

Aprenden con latigazos? Anda? El link del concursin no me lleva a ningún sitio.

Slaudos.

Gabriel dijo...

Parece que se cayó el server del concurso, acabo de probarlo.
Y lo de los látigos es un decir...

En gringolandia no soy tan nerd