Desde hace unas semanas he sumado un ingrediente a mis fuentes de stress: estoy armando una Compañía Lírica. Ya tengo el equipo de músicos, ya tengo el esquema organizativo para esta primera etapa, y ya tengo algunos proyectos de difusión en convenio con algunas instituciones, que de ser aprobados nos garantizarán cartelera para todo el año.
Y además, hace unos días recibí un tremendo espaldarazo, traducido en un par de buenos contactos para la Compañía, y otros dos para mí como cantante. ¿Quién dijo que en febrero no pasa nada?
1 comentario:
Ey que bueno! Suerte Gabo!
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