El viernes, en la reunión de Gaby, hubo varias cosas simpáticas, pero algo que me dejó positivamente turulato fue que de pronto los círculos de amigos que llegaron estaban bastante enredados: por un lado, amigos de siempre de Gaby y Pablo; casi superpuestos, algunos humanistas; un par de psiquiatras y un psicólogo; algunos músicos; un ecólogo que hizo un taller con pacientes psiquiátricos, y cuya pareja era íntima de Homero, uno de los protagonistas de Viento Blanco, donde canté; una periodista-empresaria con quien encontré temas en común... osea, todos podíamos mantener conversaciones fluidas con todos. Genial.
Y bueno, esto es como una arista más del tremendo poliedro humano que he conocido últimamente: los chicos del coro de reclutas de Viento Blanco, con quienes estuve un mes conviviendo bastante, los directores del Teatro Municipal, la gente del coro del teatro, la gente del Craighouse... y bueno, por todos lados he encontrado personas relacionadas en algún grado con otras personas que ya conocía.
1 comentario:
Hola Gabo, te felicito por tener la oportunidad de conocer gente de tantas áreas del quehacer humano en tan poco tiempo. Estoy segura que estás ganando mucho como persona y como profesional y pronto llegará la hora del buen sueldo para todo el año también. Un abrazo y un beso. Maruja.
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