El Efecto de la Música

  • Incidencia del estudio musical en diversas áreas del desarrollo infantil, investigación por G. Huároc, L. Huincamán, D. Jimeno, A. Soto y P. Torrealba.
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sábado, septiembre 08, 2007

Tarde de viernes tipo Perú 1985-1990

Ayer recibí el cheque por las dos semanas del reemplazo que hice en The English Institute, y justamente advertido de que el pago seguramente NO iba a ser en efectivo, le pedí a mi madre que me envíe 50 dólares para sobrevivir el fin de semana, pues en Chile los bancos atienden público sólo de lunes a viernes de 9h a 14h (horrible) y como tenía clase hasta las 17h30 pensé cobrar el cheque el lunes. En efecto me entregaron el cheque, y como vi que era de un banco afiliado a Servipag, se me ocurrió cobrarlo el mismo viernes ya que no tenía nada que hacer. Error.
Llegué al primer Servipag a las 17h50, y ése cerraba a las 17h30. Pensé en ir a uno de calle Miraflores en el centro, y -kueeek- mi tarjeta bip! no tenía saldo, así que no podía transportarme. Como estaba en una zona muy comercial de Providencia, busqué otro, que tenía sólo 2 cajeras e iba por el número 750+ y yo tenía el inolvidable 963. Igual avanzaba rápido, así que conservé el numerito. El guardia prevenía a la gente que "el banco X no tiene línea", pero ese no era el banco que yo necesitaba.
Por si las moscas, busqué dónde cambiar los 50 dólares salvavidas, y aterrado porque en las zonas comerciales te bajan el cambio lo más posible, encontré un lugar. El viejito le dio mil vueltas al pobre billete que yo acababa de retirar de Western Union, y algo le vio que 20 minutos después me dijo que no me lo podía cambiar.
Ya con bastante tedio, volví al Servipag que iba por el 870+ y avanzaba. Parece que mucha gente tiró la toalla, porque me tocó el turno bastante rápido, y la cajera que algo se habrá metido porque estaba casi levitando, me dijo con voz suavísima que no había línea con el banco Z. "Pero si el guardia dijo que era el banco X" y ella, susurrante: "Lo siento, ahora tampoco éste".
Salí corriendo, porque eran más de las 20h y en Chile a esa hora no encuentras casi nada que no sea expendio de licores, y preguntando casi sin aliento llegué a una casa de cambios que atendía hasta las 21h y estaba llena de brasileiros, y el cajero con cara de aguinaldo me informó que estaba cuadrando caja y que por favor espere diez minutos. Ya pues, qué me quedaba.
Moneda local en mano, fui a comprar pan de supermercado que al contrario de mi país es casi siempre mejor que el de barrio, y de lo único que tenía ganas era dormir. Todavía me di una vuelta por un local de la U a hacer mi postergado post sobre Pavarotti, y después al sobre.

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En gringolandia no soy tan nerd