El Efecto de la Música

  • Incidencia del estudio musical en diversas áreas del desarrollo infantil, investigación por G. Huároc, L. Huincamán, D. Jimeno, A. Soto y P. Torrealba.
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jueves, agosto 23, 2007

Dendritas al ataque

Se me estaba olvidando comentar sobre el curso Neurociencia y Aprendizaje que estoy haciendo.
Me llegó el dato desde el Centro Montessori, y por supuesto que me dio ganas de inscribirme, recuerden que a los 4 años yo ya sabía perfectamente la diferencia entre neutrones, protones y electrones y se lo explicaba a los alumnos de mi mamá. Pero estaba carito el curso. Le conté a Pablo, que ya trabaja en un colegio de esa corriente, y le pareció pintado para la titulación, y se enteró que se puede pagar en cuotas, lo que me dejaba igual porque todavía no existo en el sistema bancario chileno aunque pago impuestos y seguros y la U y en fin. Pero, como buen peruano, no me di por vencido, y al final sin mucho trámite me aceptaron.
El profe, Dr. Víctor Fernández, neurobiólogo (¡asu!) que da cátedra en casi todas las universidades que se precien aquí, nos da algunas luces enfocadas en la importancia de la estimulación adecuada en los momentos adecuados, para fomentar un desarrollo óptimo de las habilidades del niño. ¡Lendo!
No te voy a negar que en la búsqueda bibliográfica para la titulación hemos encontrado cientos de papers y artículos sobre estos temas, en especial la tesis doctoral de Patricia Michels que supongo ya habrás leído, ¿no?, pero una clase en vivo siempre te da la facilidad de preguntar, y sobretodo procesar con contacto humano, a ver para que me entiendas... es como comer la ocopa con papa blanca o comerla con su papita amarilla pues, un muuundo de diferencia.
Bueno, la cosa es que el tema no sólo está in, sino que es de verdad muy importante, ¿qué importa más que nuestros peques?
No se olvide, señora: la mejor edad para aprender es de los 3 meses a los 3 años, así que libere a su critter de la lliclla, el coche, el corral o el bozal, y abrácelo para que sepa abrazar, convérsele para que no sea baboso (un idioma extra como máximo, no te pases tampoco), hágalo bailar para que no sea obeso como los gringos, enséñele a multiplicar y sacar la raíz cuadrada, y por favor apague la tele.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Agregaría, señora, que no debería olvidar tampoco que a pesar de ser esa la mejor edad para los efectos, tenemos la posibilidad de seguir aprendiendo durante toda la vida (por suerte).

En gringolandia no soy tan nerd